7 razones por las cuales uso Linux

Utilizo Linux desde 1998, cuando en el transcurso de dos semanas de autoaprendizaje logré incorporar lo necesario como para poder manejarlo lo suficiente como para descartar a mi ya vetusto OS/2 Warp 4.

Las razones por las cuales lo sigo usando, recomendando, instalando en clientes, y entrenando a otros técnicos en Linux son varias. Sin embargo, las que considero más importantes son: filosofía, confiabilidad, versatilidad, costo, potencia, facilidad de uso, y placer.

Filosofía

Confieso que la filosofía e ideología detrás de los sistemas Open Source me parece brillante, y es una de las principales razones por las cuales uso y recomiendo Linux y otros sistemas de fuente abierta. La idea básica es que el producto en cuestión pueda ser ejecutado, copiado, distribuido, estudiado, cambiado y mejorado por cualquier persona, con la simple condición que, a su vez, comparta el código si lo modificó. Si bien los detalles de la licencia GNU son más complejos, y que existen varios tipos de licencias distintas, cada una con modificaciones respecto de la original, la filosofía fomenta compartir lo que es útil para quien desarrolló un producto.

Esa simple condición implica que muchas personas con interés en un producto en particular, puedan participar en su desarrollo agregando su experiencia, conocimiento y/o código, generando así una especie de «bola de nieve de desarrollo» del producto incrementando así enormemente su funcionalidad y confiabilidad.

Confiabilidad

GNU/Linux simplemente funciona. Un sistema administrado con coherencia va a hacer lo que se espera que haga, incluso en los momentos más complicados. Con carga, o sin carga; con muchos usuarios, o pocos; en hardware limitado, o en hardware poderoso. Con un Linux corriendo en un servidor, no tengo que monitorearlo constantemente para ver cuándo tengo que reiniciarlo antes que comience a tener problemas de algún tipo.

La razón de esto no es que sea mágico, ni que esté exento de fallas. Simplemente se debe a que las mismas personas que usan los sistemas de software libre son los que contribuyen a mejorarlo. También, debido a que el código es abierto y cualquiera con conocimientos puede revisarlo y contribuir a su mejora, las mismas se introducen muchísimo más rápido, en general, que en aquellos de código fuente de cerrado.

Versatilidad

Junto con algunos sistemas operativos como los *BSD, GNU/Linux es uno de los más versátiles. Puede ser usado embebido en un pequeño dispositivo USB o ethernet, hasta un telefóno celular, hasta una estación de trabajo, un servidor o un supercomputador.

En mis equipos, muchos de ellos obsoletos para otros usos, GNU/Linux corre por años sin inconvenientes ni reinicios (salvo cuando se cambia un kernel, falla el hardware, o se corta la luz, claro está).

En equipos viejos, limitados de memoria, puedo ejecutar Asterisk y administrar mi central VoIP sin el más mínimo deterioro en la calidad de audio (por ejemplo, un Celeron 633 con 512MB de RAM), o servicios de todo tipo como bases de datos, servidores web, de archivos o de impresión. Y en muchos casos todos simultáneamente. Una estación de trabajo como un AMD Athlon XP 2600+ con 768MB de RAM soporta en este momento 224 procesos y una máquina virtual (Qemu); y el uptime es de 57 días (el último corte de tensión).

Mi servidor de virtualización (Xen 3.x) es un AMD Athlon64 754 con 1GB de RAM. Generalmente maneja unas cinco a nueve máquinas virtuales con diferentes Linuxes.

Costo

El costo de los sistemas de software libre no siempre es cero. Pero eso depende de quién lo instale y administre. Si el propio usuario es quien se encarga de ello, el costo es realmente cero; claro que se necesita tiempo y trabajo. Pero de todas maneras es más barato que el software comercial equivalente.

Claro que hay software gratis, incluso para usos comerciales. Pero no suele tener el resto de las ventajas que menciono aquí.

Potencia

Como mencioné en los ejemplos del hardware en el que ejecuto mis Linuxes, la potencia que posee es increíble. Un equipo relativamente viejo puede ejecutar decenas de aplicaciones, cientos de procesos simultáneamente; puede actuar al mismo tiempo de servidor brindando diferentes servicios, y además ejecutar máquinas virtuales. Y el usuario puede estar seguro de que todo funcionará sin que nada explote ni se derrumbe el techo de la casa sobre su cabeza.

Facilidad de uso

Por supuesto que en este punto pocos coincidirán conmigo. Pero sí, así es. En mi opinión, Linux es uno de los sistemas operativos que conozco más fáciles de usar. Y por lejos. La combinación de potencia y versatilidad, así como las herramientas disponibles hacen que me sienta muy cómodo trabajando en un Linux, y no sepa qué hacer cuando estoy en otro sistema operativo. No concibo un sistema operativo que al menos no me permita tener una veintena de sesiones simultáneas para ingresar como diferentes usuarios, ni tener al menos 10 escritorios distintos para desplegar con comodidad todas las aplicaciones que uso a diario, o que no me permita personalizarlo como yo quiero, con los botones de las ventanas donde a mí me gustan, o la barra de tareas donde me queda cómoda.

Otro tema es la configuración. No concibo un sistema donde la configuración no pueda ser manejada en forma simple usando simplemente un editor de texto. Para mí no es más fácil encontrar una opción entre centenas o miles en una consola gráfica de configuración, que en un archivo de texto. Pero por supuesto, esto es muy personal.

Placer

Y sí. Si no puedo usar con placer una herramienta, no la uso. La combinación de estas razones hacen que realmente sienta placer, gusto, comodidad, cuando tengo que trabajar en un equipo con GNU/Linux.

Si llegaste hasta acá, me gustaría saber tu opinión.

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